El mensaje del evangelio es uno solo, para salvación. Hay quienes lo reciben con gozo y hay quienes lo resisten voluntariamente. Están los que oyen con atención y reciben el mensaje de la buena Palabra, y los que se oponen a él intentando desacreditarlo. "Para todos los gustos", es una frase que alude a que cada postura, se debe tratar de la manera adecuada. Sin embargo, el arrepentimiento que Dios señala al presentarnos el evangelio, no es para algunos, sino para todos (Marcos 1:15). La necesidad de reconocer nuestra necesidad de médico, de Salvador, de Pastor, de Guía y Señor, no es para algunos, sino para todos. Eso me lleva a afirmar que, no importa cuales sean tus gustos, tus defectos o tus virtudes, el mensaje del evangelio no cambia, y nos advierte, que hay quienes " no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos." (Romanos 16:18) Por esta razón, la sana doctrina...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."