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Mostrando entradas de julio, 2022

Lógica Irrebatible

  "... la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." (Evangelio de Juan cap. 1)                   La lógica es una herramienta de juicio, es decir, la forma en que podemos afirmar que nuestras conclusiones son correctas o verdaderas. El juicio es un pensamiento en el que se afirma o se niega algo de una cosa o hecho. Cuando entonces hablamos de ciertas cosas, podemos aplicar la lógica a nuestro razonamiento, para sostener la verdad que afirmamos. Sí, lo sé, este lenguaje puede resultar demasiado abstracto o frío para una entrada en un blog “espiritual”, pero este tema busca mostrar que no hay nada más lógico que el mensaje del evangelio. Uno puede o no creerlo, pero nadie que se haya sentado a analizar el contenido del evangelio como “buenas noticias”, podrá negar la lógica incontestable de sus presupuestos y conclusiones. A este respecto, el erudito judío Saulo de Tarso, quien se convirtió en apóstol de Jesucristo,

Espirituales

  Cualquier verdadero avance en la vida de fe (según Cristo) de una persona, necesitará no sólo del oír con fe las palabras del Señor, sino, además, de comprender sus enseñanzas. El discipulado, implica enseñanza y obediencia a aquello que recibimos como doctrina. Por eso leemos: “… aunque antes eran esclavos del pecado, ya se han sometido de corazón a la enseñanza que les fue transmitida.” (Romanos 6:17) La realidad nos exige reconocer que todos nos sometemos y respondemos en obediencia a personas, deseos, ideas o cosas. Ya sea a las reglas del mundo para poder prosperar materialmente, ya sean los requisitos y demandas de una disciplina deportiva o artística que requieren nuestro sometimiento a sus reglas   y metas, o sea la búsqueda de placer al que podemos entregarnos al punto de ser adictos, o cualquier otra filosofía de vida, entre otras cosas, inevitablemente estaremos bajo órdenes, o dicho en otras palabras, habremos de obedecer ciertas formas y filosofías de vida que darán

Cómo tener un corazón limpio (II)

  “... el Señor le dijo... No se trata de lo que el hombre ve; pues el hombre se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.” (1 Samuel 16:7)                           Si pudiéramos ver todas las cosas, como Dios las ve, conociendo la verdad del derecho y del revés, con infalible omnisciencia y saber, comprenderíamos que las grandes advertencias del día del Juicio, jamás han tenido un ápice de exageración. No por casualidad, los salmos, los profetas, los apóstoles, y más que ningún otro, el propio Señor Jesús, llamó a considerar la ira   que caerá " sobre todo ser humano que hace lo malo " (Ro. 2:10) El punto crucial, está en enfrentarnos a la verdad delante de la cual, cada uno de nosotros, oirá decir: “eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo” (Ro. 2:1). Es esta acusación en contra de todo ser humano por la que el apóstol Pablo responde la pre

Fe para vencer en el último round

    “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (2 Timoteo 4:18) “No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmos 23)                         El testimonio del apóstol Pablo en su segunda carta a Timoteo, es muy especial, ya que, en términos meramente materiales/humanos, sería imposible de valorar, teniendo en vista que él, fue injustamente encarcelado, y finalmente, ejecutado. Sin embargo, pudo decir con verdad, al llegar al final de su vida, que había alcanzado la meta, " he guardado la fe " (2 Tim. 4:7), habiendo acabado la carrera y peleado la buena batalla (que no es contra "carne y sangre"). A eso le llamo yo terminar de pie el último round frente a la muerte, o como está escrito, "y habiendo acabado todo, estar firme" (Efesios 6). Firmes, Fundados e Inamovibles “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestr

Cómo tener un corazón limpio (I)

  Justos e Injustos " Así que cambia la actitud de tu corazón y deja de ser terco. » Pues   el Señor tu Dios es Dios de dioses y Señor de señores. Él es el gran Dios, poderoso e imponente, que no muestra parcialidad y no acepta sobornos”   (Deuteronomio 10:16-17)