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Mostrando entradas de noviembre, 2023

La predicación de Jesucristo II

  El Sermón del Monte, comienza con las bienaventuranzas. Es una predicación, pero más que eso. A diferencia de los tratos de Dios con su pueblo en el Antiguo Testamento (“Antiguo Pacto”), aquí no encontramos a un profeta dando un mensaje del tipo “así dice el Señor” , sino al Señor mismo , el Rey del reino que está siendo anunciado, el Juez de los mandamientos que están siendo legislados, diciendo: “Yo os digo” . Como escribiría tiempo después el enviado del Señor en su carta a los romanos, somos “llamados a ser de Jesucristo” (Ro. 1:6). El mismo Señor deja en claro al principio de su sermón, que es por su causa, que hemos de ser rechazados y perseguidos (Mt. 5:11). Esto que señalo está dirigido a que veamos con claridad la trampa más común y efectiva para apartarnos de Jesucristo y su verdad. La trampa a que me refiero es la religión. ¿Te sorprende? Dejame aclarar lo quiero decir con religión aquí. Estamos pensando en la religión como toda actividad humana que se interponga

La gloria de una paz imperturbable

  “Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros? Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.” (Juan 6:65-68) “Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.” (Salmos 42:2)   Al meditar en las enseñanzas e historias de la Biblia, aun después de un largo tiempo, podemos notar como, muchas de las cosas que conocemos, se van haciendo más y más claras, tomando mayor profundidad, de tal manera que, incluso los pasajes que sabemos de memoria cobran un sentido aun más amplio o específico, llegando a tomar una nueva dimensión. Lo que sigue podría ser un ejemplo de ello. Se trata del conocido pasaje de las hermanas, Marta y María, en el que se relata el incidente por el que Marta le reclama al Señor Jesús, que su hermana no la estaba ayudando a servir. Dice el evangelio de Lucas en su capítulo 10: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se