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Mostrando entradas de 2022

Pensamientos en el camino

  El tiempo no vuela, pero pasa rápido, como un sueño. La vida es como un vapor que pronto desaparece, escribió Santiago en la carta del Nuevo Testamento. Y es la pura verdad. Cada vez que consideremos la eternidad, esta vida se convertirá en un soplo. Por eso no puedo concebir otra manera de ver la vida sino es considerando la vida eterna. Por eso Dios no es sólo digno de alabanza, es también el único que puede bendecirnos a pesar de la muerte. Entonces, el evangelio de nuestro Señor es el pan que alimenta mi alma cada día. No podrías esperar pacientemente en sus promesas, si no creyeras de corazón en el testimonio de los evangelios. Este mundo es un campo de batalla, donde cada vida humana ha de transitar encaminada a uno de dos destinos: recibidos por Dios (Lucas 23:43; Romanos 14:3) o excluidos de su presencia para siempre (Mateo 25:41; 2 Tesalonicenses 1:9). No hay nada más importante en esta vida. Los que no buscaron a Dios en esta vida, es porque su corazón no deseó al Dios

El secreto para la libertad cristiana y la madurez espiritual

  Sería un grave error enseñar que la vida cristiana no requiere esfuerzo, dedicación y constancia. Por el contrario, la doctrina de Cristo supone que hemos de amar "al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento" (Marcos 12:30). Así el apóstol Pablo le dirá a su hijo en la fe: "esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús" (2 Timoteo 2:1). El secreto de la libertad cristiana es que esta no es mágica, nace y se desarrolla en el corazón de aquellos que reciben la palabra implantada (Stgo 1:21), la cual actúa en los creyentes (1 Tes. 2:13), que retienen la palabra oída, la comprenden y dan fruto con perseverancia (Lc. 8:15). Por eso, el Señor les dijo a los judíos que habían creído en Él: "Si ustedes se mantienen obedientes a mis enseñanzas, serán de verdad mis discípulos. Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres." (Juan 8:31-32). La ley del pecado, l

Uno que tiene palabras de vida eterna

    “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.” (Apocalipsis 21:6) “ La comida que da vida eterna es la que da el Hijo del hombre. Él es el único que tiene la aprobación de Dios Padre para darla. 28 Le preguntaron: —¿Qué es lo que Dios quiere que hagamos? 29 Jesús contestó: —Esto es lo que Dios pide que hagan: que crean en quien él envió.” (Juan 6:27-29 - NBV) “35 Jesús les dijo: — Yo soy el pan de vida . El que viene a mí, nunca tendrá hambre; quien cree en mí, nunca tendrá sed . 36 Pero antes les dije que ustedes ya me han visto y aun así no creen. 37 Todo aquel que el Padre haga venir a mí, será mi seguidor; yo nunca lo rechazaré. 38 Porque no bajé del cielo para hacer lo que yo quiero, sino lo que quiere Dios, quien me envió. 39 El que me envió no quiere que pierda a ninguno de los que me ha dado sino que los resucite en el día final. 40 Porque esto es lo

El Reino de los Cielos

En el nuevo testamento encontramos la frase "reino de los cielos" en numerosas ocasiones, también como equivalente al "reino de Dios". Así por ejemplo en Lucas 17:20-21 los fariseos le preguntaron a Jesús, "cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió y dijo: El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros."  ¿Cómo entendemos esa afirmación de un reino que ya estaba entre los judíos en los días del Señor, y que sin ser de este mundo (Juan 18:36) resultaba virtualmente invisible al ojo de los observadores seculares? Un primer acercamiento al concepto es entender que, el reino del " Padre nuestro que está en los cielos ", es en el que se hace la voluntad de Dios -"como en el cielo, sea hecha también en la tierra"- . La esencia de un reino, radica, no en un espacio físico, sino en la autoridad de un Soberano al que se obedece. De ahí que Cristo haya

Los Atletas y el Evangelio

         Mirá los deportistas, ellos entienden claramente en qué radica la felicidad: obedecer las exigencias de la disciplina a la que se dedican, perseverar en ello, respetar las reglas impuestas en su deporte y disfrutar del compañerismo que existe cuando los otros siguen el mismo camino hacia un propósito definido. No en vano el apóstol Pablo los puso de ejemplo como personas que tienen una meta clara a la que someten toda su vida. “Hago lo que sea para difundir la Buena Noticia y participar de sus bendiciones. ¿No se dan cuenta de que en una carrera todos corren, pero solo una persona se lleva el premio? ¡Así que corran para ganar! Todos los atletas se entrenan con disciplina. Lo hacen para ganar un premio que se desvanecerá, pero nosotros lo hacemos por un premio eterno. Por eso yo corro cada paso con propósito. No solo doy golpes al aire. Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a

Palabras dichas al oído de una conciencia desnuda

  “No me interesa en dónde o qué o con quién has estudiado. Quiero saber lo que te sostiene, desde tu interior, cuando todo lo demás se derrumba.. .” “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.” (Lucas 12:15) Escribir es fácil, decir algo que verdaderamente importe, eso, es más que simplemente escribir. Los hombres piensan y hablan, las sociedades están llenas de cosas, así como las bibliotecas, cargadas de libros que nadie leerá, cientos de miles de libros que no necesitamos siquiera hojear… pero ¿no son acaso ellos una fuente de conocimiento? ¿Conocimiento de qué? ¿Conocimiento para qué? ¿En qué radica el sentido de vivir? Si en el medio de una selva los hombres pueden vivir sin todos los mecanismos y medios modernos que el hombre ha alcanzado para darle a su vida un mejor pasar, en qué radica el sentido de vivir si, o sean ellos o seamos nosotros, todos, pasaremos de este mundo sin que podamos retener nin

El Verdadero Atuendo Cristiano

  ¿Cómo deben  estar vestidos los que siguen la enseñanza del Señor Jesús?   “… habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos. Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.” (Colosenses 3:9-15) Hace unos días veía un video en el que un pastor respondía la pregunta sobre cuál es el mayor

John F. MacArthur

  John Fullerton MacArthur Jr. (Los Ángeles, California; 19 de junio de 1939) es un pastor y autor estadounidense, conocido por su programa de radio de enseñanza cristiana, sindicado internacionalmente, Grace to You (Gracia a Vosotros). Es el pastor y maestro de la Grace Community Church en Sun Valley, California desde el 9 de febrero de 1969 y actualmente es también el presidente de The Master's University en Newhall, California y de The Master's Seminary en Los Ángeles. He puesto una cita de John MacArthur para presentarlo como un referente confiable de la enseñanza bíblica. MacArthur señala la dificultad para entrar al cielo de la cual las personas no están conscientes. Ello se debe, en parte, a que existen un sin fin de hombres y mujeres sosteniendo sus propias ideas y enseñanzas, algunos son directos contradictores y detractores de la Biblia, otros, sus tergiversadores y adulteradores hablando “de parte de Dios”.  No es entonces difícil entender la lógica implicada en

PLACER

  ¿De dónde viene el placer?  Pienso en la satisfacción que encuentra el sabio en el conocimiento, lo mismo que el atleta que encuentra disfrute en la vitalidad física, o una pareja en sus caricias. Disfrutamos, nos deleitamos en las cosas, hallamos placer en la inteligencia, en la fuerza, en la poesía, en la destreza, en la música, en la justicia, en la comida, etc., etc., etc.  La multiforme gracia del Creador está presente en toda la creación que nos dio.  ¿Qué se necesita para degustar un rico plato de comida? La respuesta a esta simple pregunta nos permite ver que somos los receptores de una cadena de hechos dirigidos a nuestra satisfacción, lo que dista absolutamente del devenir aleatorio de un universo sin dueño.  Antes de seguir convengamos que sería terriblemente absurdo pretender que el ciego azar de un mundo material se organizara de tal manera que todas las maravillas necesarias para llegar a nuestro placer se orquestaran. Las cosas inertes no podrían ponerse de acuerdo

Revisando el Evangelio

  La palabra evangelio significa buenas noticias, se trata de un mensaje. Pero, ¿en qué consiste el mensaje del evangelio? Si bien la Biblia contiene en el Nuevo Testamento cuatro de los llamados “ Evangelios ”, los cuales fueron escritos por cuatro diferentes autores, los cuales narran la vida y ministerio de Jesús de Nazaret, se los llama evangelio según san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan, en un sentido amplio, abarcando toda una narración. Pero lo que es el evangelio propiamente dicho, la buena noticia concretamente, es lo que quisiera dejar en claro en estas breves líneas. Antes podemos señalar que el evangelio tiene cualidades, efectos, implicaciones, etc., pero esas cosas no responden el qué, sino el para qué, el por qué, el cómo, etc. Bueno, dijimos que queremos responder ¿en qué consiste el mensaje del evangelio? ¿Qué nos comunica? Respondemos, de acuerdo a las Escrituras, que este mensaje consiste en el testimonio de hechos históricos concretos . O sea que, el