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Mostrando entradas de marzo, 2014

Opinión vs. Convicción

“Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal.” (Eclesiastés 5:1) “Confía en el Señor de todo corazón,     y no en tu propia inteligencia.  Reconócelo en todos tus caminos,     y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión;     más bien, teme al Señor y huye del mal.” (Proverbios 3:5-7) “¿Has visto hombre sabio en su propia opinión? Más esperanza hay del necio que de él.” (Proverbios 26:12) Reflexión: Antes de creer que aquellos que damos testimonio de la verdad sobre Cristo no somos "dueños de la verdad", recuerda: nadie pone su vida en manos de una opinión ni de una idea.  Así que, cuando llegue la hora, no vas a pedir opiniones, vas a buscar certeza, y esta sólo se halla allí donde vive la verdad del inmutable Dios que creó el universo y nos ofrece una Roca firme e inconmovible en las palabras y la obra de su Hijo, Jesucristo. 

Sólo para Pecadores

"   Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.   Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús." (Hechos 4:11-13) ¿Cómo hombres cuya reputación social fue de menosprecio (un publicano como Mateo), su actitud moral llegó a ser la de un cobarde (Pedro el que lo negó) o sus antecedentes fueron los de un asesino (el apóstol Pablo) llegaron a ser algunos de los grandes baluartes de la fe cristiana? Ello sólo puede explicarse en razón de la causa por la cual Jesucristo cambió el curso de la Historia de la humanidad: el poder redentor de Dios por el cual asimismo los hombres llegan a ser transformados a la imagen de su Maestro. A diferencia de Buda, Mahoma u otros,