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Mostrando entradas de agosto, 2022

John F. MacArthur

  John Fullerton MacArthur Jr. (Los Ángeles, California; 19 de junio de 1939) es un pastor y autor estadounidense, conocido por su programa de radio de enseñanza cristiana, sindicado internacionalmente, Grace to You (Gracia a Vosotros). Es el pastor y maestro de la Grace Community Church en Sun Valley, California desde el 9 de febrero de 1969 y actualmente es también el presidente de The Master's University en Newhall, California y de The Master's Seminary en Los Ángeles. He puesto una cita de John MacArthur para presentarlo como un referente confiable de la enseñanza bíblica. MacArthur señala la dificultad para entrar al cielo de la cual las personas no están conscientes. Ello se debe, en parte, a que existen un sin fin de hombres y mujeres sosteniendo sus propias ideas y enseñanzas, algunos son directos contradictores y detractores de la Biblia, otros, sus tergiversadores y adulteradores hablando “de parte de Dios”.  No es entonces difícil entender la lógica implicada en

PLACER

  ¿De dónde viene el placer?  Pienso en la satisfacción que encuentra el sabio en el conocimiento, lo mismo que el atleta que encuentra disfrute en la vitalidad física, o una pareja en sus caricias. Disfrutamos, nos deleitamos en las cosas, hallamos placer en la inteligencia, en la fuerza, en la poesía, en la destreza, en la música, en la justicia, en la comida, etc., etc., etc.  La multiforme gracia del Creador está presente en toda la creación que nos dio.  ¿Qué se necesita para degustar un rico plato de comida? La respuesta a esta simple pregunta nos permite ver que somos los receptores de una cadena de hechos dirigidos a nuestra satisfacción, lo que dista absolutamente del devenir aleatorio de un universo sin dueño.  Antes de seguir convengamos que sería terriblemente absurdo pretender que el ciego azar de un mundo material se organizara de tal manera que todas las maravillas necesarias para llegar a nuestro placer se orquestaran. Las cosas inertes no podrían ponerse de acuerdo

Revisando el Evangelio

  La palabra evangelio significa buenas noticias, se trata de un mensaje. Pero, ¿en qué consiste el mensaje del evangelio? Si bien la Biblia contiene en el Nuevo Testamento cuatro de los llamados “ Evangelios ”, los cuales fueron escritos por cuatro diferentes autores, los cuales narran la vida y ministerio de Jesús de Nazaret, se los llama evangelio según san Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan, en un sentido amplio, abarcando toda una narración. Pero lo que es el evangelio propiamente dicho, la buena noticia concretamente, es lo que quisiera dejar en claro en estas breves líneas. Antes podemos señalar que el evangelio tiene cualidades, efectos, implicaciones, etc., pero esas cosas no responden el qué, sino el para qué, el por qué, el cómo, etc. Bueno, dijimos que queremos responder ¿en qué consiste el mensaje del evangelio? ¿Qué nos comunica? Respondemos, de acuerdo a las Escrituras, que este mensaje consiste en el testimonio de hechos históricos concretos . O sea que, el

Identidad

  ¿Quién soy?  La pregunta que abre esta reflexión va más allá de saber qué soy. Podemos decir que somos seres humanos, criaturas con discernimiento, intención, afecto y voluntad propios. Mortales. Individuales. Únicos. Pero nada de eso responde la respuesta sobre, quién soy. Esta pregunta la hizo el propio Señor Jesús a sus discípulos: “ ¿Quién dicen los hombres que soy yo? ” (Marcos 8:27). Si bien Jesús podía ser identificado como un varón judío de Nazaret, de cierta edad, y de tal familia, que era profeta, rabí, etc., su identidad más profunda y esencial, iba más allá de eso. Y es esa identidad sobre la cual busco que reflexionemos.   Para responder quién soy, no alcanza con definir lo que somos, necesitamos identificarnos . Es la identidad de una persona la que determina quién es. Por eso la respuesta correcta que le fuera dada por Dios mismo al apóstol Pedro, reveló una identidad diferente a la que la gente conocía sobre Jesús de Nazaret, por lo que pudo afirmar  “ tú eres

En la era de la superficialidad necesitas cavar hondo

Jesús dijo: “Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. Mas el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento; contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de aquella casa.” ( Lucas 6:47-49) En la era de la superficialidad, la estética vale más que la ética, el cuerpo somete al alma, la apariencia se prefiere al carácter y la integridad se pierde al precio del mercado. En la era de la superficialidad, lo pasajero vale más que lo eterno, el placer es mejor que lo bueno y la opinión se prefiere a la verdad. En la era de la superficialidad, la imagen supera al contenido, los deseos suplantan el sentido y pasarla bien es el ma

Oirá el sabio y se volverá un niño

                   “Vivir es constantemente decidir lo que vamos a ser. ¿No perciben ustedes la fabulosa paradoja que esto encierra? ¡Un ser que consiste, más que en lo que es, en lo que va a ser; por tanto, en lo que aún no es! Pues esta esencial, abismática paradoja es nuestra vida… nuestra vida es ante todo toparse con el futuro…” (Ortega   y Gasset) Ortega y Gasset pudo notar la evidente dirección que tiene la vida del hombre en su desarrollo hacia un destino que lo llama a buscar “ lo que ha de ser ”. La pregunta que surge es, entonces, si conociendo el futuro que se nos revela, podemos escoger a qué destino arribaremos, o en otras palabras, en qué nos hemos de convertir. El gran sabio de la antigüedad escribió muchos siglos antes que aquel filósofo español: “Qué maravilloso es ser sabio, poder analizar e interpretar las cosas.” (Eclesiastés 8:1). Sin embargo, la sabiduría de este mundo , como escribiera el apóstol Pablo, “es insensatez para con Dios” (1 Cor. 3:19), porque al