Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2015

Edificación para Discípulos de Jesucristo (I)

Hacer Morir el Pecado Por Jerry Bridges Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. (Colosenses 3:5) El Nuevo Testamento no deja ninguna duda de que la santidad es nuestra responsabilidad. Si vamos a buscar la santidad, debemos tomar alguna acción decisiva. Una vez discutí un problema de pecado en particular con una persona que dijo: “He estado orando para que Dios me motive a detenerme.” ¿Motivarlo a detenerse? Lo que esta persona estaba diciendo, en efecto, era que Dios no había hecho lo suficiente. Es tan fácil pedir a Dios que haga algo más porque eso pospone hacer frente a nuestra propia responsabilidad. La acción que debemos tomar es hacer morir las obras de la carne (Romanos 8:13). Pablo usa la misma expresión en otro libro: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros" (Colosenses 3:5). ¿Qué significa la expresión hace

¿Qué implica seguir "la luz de la vida"?

La integridad y rectitud, el formar un hombre o mujer de bien, una persona fiel y honesta, no es una empresa que se pueda fundar en una norma de "no hagas", "no digas", "no veas", "no violencia hacia...", etc.  El dominio propio, la sobriedad, la mesura y el respeto (cosas que suelen constituir la lucha interna que sufrimos en la adolescencia) son valuartes de una enseñanza que se funda y nace en el amor de Dios, que no es un amor erótico, platónico o carnal, sino uno que vence todo mal (trátese de violencia de género, discriminación, ilegalidad, infidelidad, insensibilidad, falsedad, envidia, etc., etc.), tal es el amor que "es paciente y bondadoso. (porque) El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jam

El amor sobrenatural

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.”  (Juan 15:13) El mismo hecho de entregar la propia vida para salvar la de otra persona no tendría sentido si no existiera una realidad más alta que la visible. El mero materialismo y la naturaleza jamás podrían explicar lo que los valores morales y los actos heroicos suponen. En la lógica darwinista (por ejemplo) que sirve de principio existencial a los evolucionistas ateos, la doctrina de Cristo es extraña, una verdadera negación de la supervivencia del más apto como "valor" deseado por la naturaleza.  El Hombre encarnado por Dios, es ante todo el Hombre antinatural, de donde el Espíritu que habita en Él vence el temor universal a la muerte y obra un acto sobrenatural en el que la vida del Dios que sostiene la eternidad da testimonio a la Humanidad de su presencia entre los hombres, al haber levantado de la muerte al único digno de entregar su vida perfecta y justa a cambio de