La integridad y rectitud, el formar un hombre o mujer de bien, una persona fiel y honesta, no es una empresa que se pueda fundar en una norma de "no hagas", "no digas", "no veas", "no violencia hacia...", etc.
El dominio propio, la sobriedad, la mesura y el respeto (cosas que suelen constituir la lucha interna que sufrimos en la adolescencia) son valuartes de una enseñanza que se funda y nace en el amor de Dios, que no es un amor erótico, platónico o carnal, sino uno que vence todo mal (trátese de violencia de género, discriminación, ilegalidad, infidelidad, insensibilidad, falsedad, envidia, etc., etc.), tal es el amor que "es paciente y bondadoso. (porque) El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas. No se alegra de la injusticia sino que se alegra cuando la verdad triunfa. El amor nunca se da por vencido, jamás pierde la fe, siempre tiene esperanzas y se mantiene firme en toda circunstancia." 1 Corintios 13 - La Biblia)
Este es el amor enseñado y vivido por Jesucristo, el que forma hombres y mujeres de verdad, los mismos que han servido de guía en medio de la oscuridad donde no hay moral, ni respeto ni amor, sino pasiones desordenadas, libertinaje, engaño y disolución.
Por eso Cristo dijo:
"Yo soy la luz del mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida".
Y la luz, amigos míos, vence las tinieblas y nos guía a toda verdad, por tanto:
"8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.... 20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos 21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22 (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?
23 Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;6 cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.
9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,11 donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos.
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;13 soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.
14 Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.
15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos." (Colosenses Capitulos 2 y 3)
N.M.G.
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