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Mostrando entradas de julio, 2023

La Religión aplaudida por el diablo

"¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues cruzan tierra y mar para ganar un prosélito, ¡y luego lo convierten en un hijo del infierno dos veces peor que ustedes mismos!"  (Mateo 23:15) "Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo." (Mateo 23:8-9) El diablo puede ofrecerte religiosidad vistosa, pulcra, y de moralidad elevada ("para que llegues a..."), con tal que tu alma sea condenada por la mentira que desde el origen plantó en la humanidad. Obedecer a los representantes de una religión en lugar de a las palabras de Jesucristo (fundamento del mensaje apostólico genuino) es caer en el gran engaño del maestro de la mentira, el mismo que se disfraza como ángel de luz, y a sus ministros como ovejas "de Cristo".    Por eso, es importante que leas con atención lo que sigue:  “Pero

El Adulador Cristiano (Parte 4)

Continuamos con el tema de los aduladores en el mundo "cristiano". Los aduladores d evalúan la exclusiva gloria de Jesucristo y sus implicaciones La moralidad, la religión, las reglas de conducta, están para que la gente se sienta "buena", y el adulador hará un adecuado uso de ellas en sus discursos. Pero el evangelio de Cristo viene a poner un fundamento indispensable en el que se basa la verdad fundamental del cristianismo auténtico: nuestras mejores obras son completamente incapaces de hacernos hijos de Dios, puesto que, como enseñó el Señor, nos es necesario nacer de nuevo, del Espíritu (Juan 3:3-6). La vida eterna es un regalo de gracia, donde el orgullo está totalmente excluido. El orgullo pretende ser merecedor de algo. Ganar la aprobación, reclamar “mi derecho a”, es la pretensión del hombre natural, ajeno a la verdad. Y la verdad es que: “… todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede ba

El Adulador Cristiano (Parte 3)

  El adulador, luego de relativizar el pecado y la maldad del hombre y la mujer, y afianzar su orgullo alimentándolo con promesas de prosperidad y logros terrenales, ignora la cruz de Cristo y sus implicaciones. Veamos esto a continuación. El adulador pierde de vista el profundo significado de la crucifixión del Salvador “ Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo ; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que solo piensan en lo terrenal. ” (Filipenses 3:17-19) Las palabras del apóstol son claras para quienes buscan la verdad. Los enemigos de la cruz de Cristo son muchos, y se hacen llamar cristianos. Esto se deduce sin dificultad del mismo pasaje, ya que el apóstol se pone de ejemplo junto a otros cristianos, en cuanto a la manera de

El Adulador Cristiano (Parte 2)

  Continuando con el tema del adulador "cristiano", del que vimos en primer lugar que suaviza la maldad del ser humano, vamos a seguir con la segunda característica que está presente en el discurso de estos aduladores que tantos seguidores tienen en el mundo "cristiano". Consideremos ahora cómo tratan la autoestima de la gente.  Infla su autoestima: empodera su ego y consiente el orgullo Todos nos amamos a nosotros mismos. El amor propio es natural. Pero el orgullo viene a distorsionar la verdad sobre el ser humano. La soberbia y la arrogancia son denunciadas por las Escrituras como algo que Dios aborrece (Proverbios 8:13). ¿Y qué son la arrogancia y la soberbia sino manifestaciones de un orgullo hinchado? Creer ser “grande”, pensar “miren qué grande e importante soy”, es propio de un ego envanecido y centrado en sí mismo. Por el contrario, el Señor nos dice: “el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido” (Mateo 23:12). El adulador n

El Adulador Cristiano

adular. (Del lat. adulāri.) I. Idea de alabar 1. tr. Dar a una persona motivo de satisfacción o engreimiento, lisonjeándola por medio de palabras, gestos, ademanes o acciones, o sometiéndose a su parecer, con el propósito de ganarse su voluntad. A veces se emplea en sent. fig. Ú. t. c. abs. y alguna vez c. prnl. b) tr. Alabar, elogiar, generalmente sin fundamento, una acción, una cualidad, la condición de una persona, con fin interesado. c) tr. Incensar, elogiar mucho a una persona, a veces inmerecidamente. Ú. t. c. abs. y prnl. d) prnl. Envanecerse, jactarse, vanagloriarse. e) En sent. fig. embellecer, realzar la belleza de una persona o cosa; favorecerla, presentarla como más hermosa de lo que es. Fuente: https://www.rae.es/tdhle/adular NOTA : Esta primera entrada continuará en varias partes. Te pido que leas hasta el final. Si ya estás consciente de lo que aquí desarrollaremos, podes usar este material para advertir a otros o compartir tu opinión escribiendo