He estado pensando en lo que vivimos, ¿cuánto de nuestras experiencias es parte de lo real? Interactuamos con el mundo que nos rodea, pero, ¿qué pasa cuando miles y miles de cosa que vemos “no están ahí” sino de una manera ficticia? Puedo observar miles de paisajes, personas, acciones, lugares, cosas, pero nada de eso está realmente aquí. Un mundo virtual que ahora nos persigue a todo lugar desde la pantalla del celular. Como si nuestros alimentos fueran reducidos a una sola goma saborizada con los gustos reales que nunca gustamos realmente, ¿no se siente un poco así, esta realidad de redes sociales e internet? Pero aun podemos preguntar, ¿es mejor el mundo natural de aquel que el ser humano crea en un ambiente cerrado en el que una pequeña pantalla nos “conecta” con imágenes, personas y cosas que en realidad no están ahí? Más allá de las transmisiones en directo, la mayoría de cosas que consumimos fueron producidas a modo de “publicidad”. Como comerciales llevados a su ve...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."