“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo (…) Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Lucas 14: 26-33) Tres veces el Señor nos señala lo que impedirá que seamos sus discípulos. Así, en esas cosas es en donde se debate nuestra obediencia al Señor o nuestro amor por este mundo. Así como no se puede servir a dos señores (en el ejemplo del Señor, a Dios y a las riquezas, Lc. 16:13), el Señor nos muestra que tampoco se puede ser su discípulo si ponemos a nuestros afectos humanos por sobre su Persona, si no nos negamos a nosotros mismos al tomar voluntariamente nuestra cruz, así ...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."