"E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria." (1 Timoteo 3:16) La evidente iconografía navideña, en donde los colores de Coca-Cola arropan a un sonrriente gordinflón fruto de la creatividad publicitaria del gran reino del consumismo, está tan lejos del misterio de la encarnación de la Deidad, como lo está un mal chiste de necios de una obra de Shakeasper (si bien no se puede siquiera comparar). Pero a los ojos de quien jamás ha tomado en toda su dimensión y seriedad las palabras de Aquel que se invoca como razón para celebrar "la Navidad", no hay problema. Sin embargo, no hay nada que celebrar si no crees en las palabras de Jesucristo, lo único que harás ...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."