"¡Qué grande es la riqueza, la sabiduría y el conocimiento de Dios! ¡Es realmente imposible para nosotros entender sus decisiones y sus caminos! Pues, ¿quién puede conocer los pensamientos del Señor ? ¿Quién sabe lo suficiente para aconsejarlo?" (Romanos 11:33-34) La lógica más incontestable nos dice que el conocimiento produce un cambio de parecer en el ser humano. Cuando la información real nos permite entender y ver las cosas como realmente son, y no como nos parecía que eran según un juicio de conocimieto superficial, parcial, incompleto, o equívoco, entendemos que a medida que recibimos más información y conocimiento, inevitablemente más cambiamos de opinión sobre las cosas que antes juzgabamos de cierta manera. Esta reflexión nos permite vislumbrar la inescrutable profundidad del conocimiento verdadero que el Dios omnisciente y eterno tiene de todas las cosas, y nuestra insignificante capacidad para conocer lo necesar...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."