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Majestad



Hay palabras que se han desvirtuado, otras se han dejado de usar, y algunas incluso se han desnaturalizado. Sin embargo, hay un término que mantiene todo su sentido, y nos lleva a pensar más allá de nosotros...

Quienes hemos conocido la verdad acerca de Cristo y su resurrección hacemos uso de ese término: Majestuoso.

Para los que han quedado estancados en el lodazal de la religiosidad exterior y engañada, "Majestuoso" es una palabra que les ha sido negada, impedida, censurada. Porque no pueden exaltar y alabar el nombre del Señor por sobre los títulos y honores de su propia institucionalidad religiosa. No celebran la gloria del Señor tanto como se jactan de los atuendos y esplendores arquitectónicos de su suntuosa casta de clérigos que rigen desde la Gran Ciudad, y en quienes muchos se fían de lo que enseñan y hablan.

Mientras Jesucristo es Majestuoso en los corazones de 
aquellos que han creído al testimonio de las Escrituras, algunos han buscado majestad en las vanas columnas de templos hechos por hombres.

Pero Dios nos ha dado una revelación, para que no caigamos en el error de los religiosos ciegos, por eso, Cristo mismo nos ayuda a juzgar las cosas espiritualmente a los que buscan la verdad:

"Saliendo Jesús del templo, le dijo uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. Jesús, respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre piedra, que no sea derribada." (Marcos 13:1-2)

"Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?

Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás?

Mas él hablaba del templo de su cuerpo.

Por tanto, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho." (Juan 2:18-20)

"El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas." (Hechos 17:24-25)

"Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad." (Colosenses 2:8-10)



"Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos, los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:

Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas." (Apocalipsis 4:8-11)



Así como la resurrección y la vida, el reino y el poder, la majestad es del Señor Jesucristo, el que es, el que era, y el que ha de venir. El es el Rey de la gloria, Majestuoso por siempre, el Todopoderoso. Amén.

N.M.G.

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