“… Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Proverbios 8:14) “… yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.” (Juan 10:17-18) “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree ...” (Romanos 1:16) Podemos encontrar grandes pensamientos y filosofía práctica de parte de muchos pensadores y hombres destacados de todos los tiempos. Pero cuando nos encontramos con las afirmaciones de Jesús, aquel judío galileo que fue rechazado por los suyos, encontramos algo especial, único. En su obrar y sus palabras hallamos poder , un poder sobrenatural. Y es lógico que sólo si sus afirmaciones se cumplieron, podamos tomarlas en serio. Y así lo hacemos, por lo cual podemos ver con claridad que sólo él tiene el poder de dar vida a los que él quiere. Así lo dice en el evangelio de Juan cuando le oímos decir: “Porque como...
La amistad con Jesucristo... "Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, Entonces... hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos;... Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia..."