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¿De qué se trata el poder del Evangelio?

 


“… Yo soy la inteligencia; mío es el poder.” (Proverbios 8:14)

“… yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.” (Juan 10:17-18)

 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree ...” (Romanos 1:16)

Podemos encontrar grandes pensamientos y filosofía práctica de parte de muchos pensadores y hombres destacados de todos los tiempos. Pero cuando nos encontramos con las afirmaciones de Jesús, aquel judío galileo que fue rechazado por los suyos, encontramos algo especial, único. En su obrar y sus palabras hallamos poder, un poder sobrenatural. Y es lógico que sólo si sus afirmaciones se cumplieron, podamos tomarlas en serio. Y así lo hacemos, por lo cual podemos ver con claridad que sólo él tiene el poder de dar vida a los que él quiere. Así lo dice en el evangelio de Juan cuando le oímos decir: “Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.” (Juan 5:21)

“Jesucristo, … resucitado de los muertos, conforme a mi evangelio” (2 Timoteo 2:8)

“Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.” (1 Corintios 6:14)

“… sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosenses 2:12).

El poder de Dios está en Cristo. De tal modo que el Señor resucitado declaró: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” (Mateo 28:18) Por lo que también se declara que: “… en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad(Colosenses 2:9).

“Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.” (Juan 17:1-2)

 

Poder sobre todo ser humano para concederle vida eterna a aquellos que le fueron dados por el Padre. Aquí podemos ver que el plan de redención de Dios, el Padre, consumado por el Hijo (figura de sujeción absoluta) es un solo y mismo acto, por lo que en esa unidad indisoluble el Señor dijo: “Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. (Juan 5:17). La obra de salvación estaba siendo llevada a cabo por el Hijo en obediencia al Padre. Esta fue la manera en que Él sería el sustituto del ser humano, para pagar por los pecados del mundo. Este es el acto de amor, poder y victoria que el Señor de la gloria consumó con su diestra.

Así está escrito: “Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro… He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y exaltado, y será puesto muy en alto. Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres, así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído.” (Isaías 52:9-10; 13-15).

Amén.

N.M.G.

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