¡Que nadie te engañe!

"Respondiendo Jesús, les dijo: 

Mirad que nadie os engañe. 

Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: 

Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán... 

Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará." (Mateo 24:4-5; 11-12)

Charlando con mi padre, que no es creyente, surgían sus objeciones en relación con el mundo de la fe y la Biblia. Su observación y juicio eran totalmente válidos respecto a los "pastores" y "profetas" que ha podido ver en televisión y su evidente ánimo de lucro. Por eso, surgió también la explicación y el llamado a partir de un ejemplo. 

Supongamos que tenés que realizarte una operación muy compleja (en la charla señalé el caso de mi madre que hace unos años sólo un médico en todo el país estaba especializado en el tipo de cirugía a la cual debió someterse). Por supuesto, quien sabe que su vida o salud están en juego, buscará a ese médico verdaderamente capacitado. Buscará asesoramiento, considerará sus credenciales, pero, por sobre todo, buscará estar plenamente convencido de que ese es el médico que puede llevarlo al objetivo deseado, que para el caso es la restauración de la salud. 

De curanderos y médidos inéptos, todos saben de su existencia. Y así como nadie que busque su bien va a poner su vida en sus manos, de igual manera nadie iría a un falso cristiano o un indocto para conocer sobre las verdades bíblicas. 

Autores de libros religiosos, curas, pastores, sacerdotes, profetas, apóstoles hay por doquier, pero está claro que nadie que tenga un mínimo de preacución y reales deseos de conocer a fondo el mensaje del Evangelio y las implicaciones de Jesucristo y su Palabra, irá detrás del primer "piadoso" que se le cruce. 

Por eso, amigos, en este tema hay un trasfondo muy importante, que es el de la responsabilidad y diligencia de cada alma en hallar al Dios vivo y verdadero y conocer verdaderamente al Cristo real "cuidándo que nadie te engañe".

No hay aquí sacrificios o negación de los propios intereses, renuncias o cumplimiento de mandamientos. Nada de eso. Dios nos pide sinceridad y diligencia para escucharlo porque muchos son los que dicen hablar en nombre de Dios, o sobre la Deidad, etc. Y muchos son los que mienten y engañan. Pero las palabras de Jesucristo están a salvo, y Él es quien nos dijo: "todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado aconocer." (Juan 15:15)

Conocer la verdad revelada en la Biblia, es como la luz del sol, una vez que amanece, sigue aumentando su claridad, lo mismo que el aumento del conocimiento nos lleva al convencimiento seguro de la revelación que hemos hallado en las páginas del libro de Dios y su Cristo. 

Por eso, si has sido confundido por las muchas voces sobre religión y cristianismo, no dejes de buscar y orar a Dios que te guíe a toda verdad. Porque escrito está: 

"De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.

Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.

A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.

Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.

Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.

 Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía." (Juan 10:1-6)

Sé que si estás dispuesto a encontrar la verdad, terminarás de leer el capitulo 10 del Evangelio según Juan y buscarás a quienes enseñan rectamente la Escritura, de modo que puedas ser librado del error de los falsos maestros y demás comerciantes de la fe. Y también sé que sin verdadera intención y genuino interés, no habrá diligencia, seriedad ni tiempo. Pero si has oído el llamado de Dios, nada ni nadie te detendrá, porque Él mismo ha de guiarte. 

"Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,

Y en cuyo espíritu no hay engaño.

Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;

Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;

Sobre ti fijaré mis ojos." (Salmo 32:1;6;8)

Dios te bendiga. 

N.M.G.