El engaño religioso, la vida moral que no discierne la verdad de Dios, requiere de maestros "espirituales" o simples sustitutos religiosos cuyas tradiciones y enseñanzas carecen de toda vida vivida intimamente en la comunión con Jesucristo por medio de la fe.
Es allí donde el poder satánico obra sin poderse notar, a menos que la palabra de Dios te guíe a la verdad. Por eso en la Biblia leemos acerca de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia (1 Timoteo 4) y que enseñan "doctrinas de demonios" a los que son extraviados de la verdad que está en Cristo.
Una doctrina diabólica bien puede enseñarte a ser mejor persona, un mejor religioso, según Satanás, y se resume en depositar tu confianza, corazón y esperanza en cualquier otra cosa o persona que no sea Cristo y su evangelio.
El mismo llamado cristianismo está lleno de engañadores. Por eso la Biblia ya desde el principio nos advierte: "Estos individuos son falsos apóstoles. Son obreros engañosos que se disfrazan de apóstoles de Cristo. ¡Pero no me sorprende para nada! Aun Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que no es de sorprenderse que los que lo sirven también se disfracen de siervos de la justicia." (2 Corintios 11:13-15)
"Jesús respondió y les dijo: No murmuréis entre vosotros. Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero. Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí." (Juan 6:43-45)
Les voy a decir una verdad: nadie puede ser cristiano si no ha recibido las palabras de Jesucristo y ha sido fuertemente impactado por ellas, de modo que su verdad ha alumbrado su mente y encendido su corazón. Por eso, Jesús dijo: "El que me ama, hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama, no hace caso de mis palabras. Las palabras que ustedes están escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado." (Juan 14:23-24)
Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a Jesús el Cristo (no al catolicismo, evangelicalismo, luteranismo, anglicanismo, etc).
N.M.G.
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