PENSAR BIEN, PARA LLEGAR A LA VERDAD, REQUIERE DERRIBAR TODO ARGUMENTO QUE SE OPONE AL CONOCIMIENTO DE DIOS (conf. 2 Cor. 10:5).
Hay una falacia muy extendida en el pensamiento humano, que se basa en creer que: "un Dios perfecto no podría crear a seres imperfectos". Tal pensamiento omite varios puntos que derriban esa pretensión.
Primero: la forma en que Dios crea las cosas no está sujeta a ningún condicionamiento humano, en el sentido de que Dios no está limitado por el tiempo, ni nada que le impida decidir la mejor manera de obtener el mejor resultado buscado: lo perfecto.
"Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará." (1 Corintios 13:9-10)
Segundo: lo perfecto, no necesariamente debe ser algo instantáneo, por el contrario, conocemos el mayor valor de lo que se logra con esfuerzo a lo largo del tiempo, de modo que lo que comienza siendo "pequeño" llega a ser "grande". Así también, la creación de Dios en este tiempo, tiene un objetivo en el que el valor de las cosas se relaciona con un Sacrificio máximo, que es la llave a una realidad humanamente inconcebible, pero sí asequible por medio de la revelación dispuesta por el Creador.
"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu." (Juan 19:30)
Tercero: que la creación según el plan de Dios no puede ser comprendida y abarcada como tal, sino desde la perspectiva eterna de Dios, por lo que ningún contradictor de los que oponen sus finitos argumentos y filosofías humanas, podrá comprender ni ver jamás la gloria del evangelio del Dios que ha preparado "cielos nuevos y tierra nueva, donde mora la justicia".
"Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó,
Ni han subido en corazón de hombre,
Son las que Dios ha preparado para los que le aman.
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios." (1 Corintios 2:9-10)
Por estas razones, quienes leen podrán llegar a percibir las implicaciones de las palabras del Señor Jesús cuando dijo: "Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo." (Juan 5:17)
Los seres perfectos que Dios creó, son parte de la eternidad, lo que hoy ha de volver al polvo, no es lo que será, porque, como está escrito:
"... os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos. La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles." (Hebreos 12:22-27)
Lo perfecto viene en camino.
N.M.G.
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