Lo que podemos "leer entre líneas" a partir de la presente pandemia, es que el mundo puede concertar una misma agenda donde ningún pueblo quede al margen.
El contar al instante los contagios, las muertes, a escala planetaria, va más allá del fenómeno "coronavirus", nos está mostrando el poder de una virtual omnipresencia de los medios (estatales, redes sociales, multimedios, etc) para uniformar a todos bajo una misma consigna (que hoy es en relación a una enfermedad, pero que mañana será cualquier otra).
El mundo globalizado, se ha convertido en el controlador global de todos los seres humanos. En ninguna generación del pasado existió una humanidad más sometida a los límites y controles cuasi-omnipresente del Estado. Ninguna generación jamás experimentó los fenómenos tecnológicos de una ciencia que llega al punto de ofrecernos todo a cambio de renunciar a toda autonomía.
La pandemia quedará como anécdota, pero el control que se puede ejercer en un abrir y cerrar de ojos sobre poblaciones enteras, es sólo el comienzo del nuevo orden mundial que se está cristalizando paso a paso, hasta que, llegue la hora de que todo esté dispuesto para que pueda cumplirse lo escrito:
"Además se le permitió a la bestia hacer guerra contra el pueblo santo de Dios y conquistarlo; y se le dio autoridad para gobernar sobre todo pueblo y toda tribu, lengua y nación. Y adoraron a la bestia todos los que pertenecen a este mundo, aquellos cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida que pertenece al Cordero que fue sacrificado antes de la creación del mundo. (...) Además exigió que a todos —pequeños y grandes; ricos y pobres; libres y esclavos— se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente. Y nadie podía comprar ni vender nada sin tener esa marca, que era el nombre de la bestia o bien el número que representa su nombre." (Ap. 13 vv. 7-8; 16-17)
El dominio mundial unificado está a la vuelta de la esquina, y la dependencia económica de todos los que nacemos sometidos al sistema económico-financiero que nos hace totalmente dependientes está a una vuelta de tuerca de ponernos de rodillas ante sus dueños.
"Entonces habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo desde que existen las naciones.... Pero tú, Daniel, mantén en secreto esta profecía; sella el libro hasta el tiempo del fin, cuando muchos correrán de aquí para allá y el conocimiento aumentará." (Daniel 12 vv. 1 y 4)
Muchos pasan su vida buscando la manera de ser más ricos, exitosos, disfrutar más, cómo lograr llegar más lejos en sus metas, etc., pero la Sabiduría que viene de lo alto nos aconseja que pasemos tiempo buscando a Dios (que lo busquemos hasta que lo hallemos), porque todo lo que el mundo te pueda dar perecerá, y entonces, la pregunta que hizo Jesús te hará frente: "¿de qué sirve si ganares todo y te perdieres a vos mismo? o ¿qué dará el hombre por su alma?" (Lucas 9:25)
Busquen a Dios mientras pueda ser hallado, es el llamado que los profetas anunciaron a través de los siglos.
Hoy que tenés tiempo, considerá este mensaje, y buscá las palabras de Jesús que nos habla desde los evangelios con verdadera sabiduría y autoridad.
Dios te bendiga.
N.M.G.
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