"Pues decidí que mientras estuviera con ustedes me olvidaría de todo, excepto de Jesucristo; y que haría énfasis en su muerte en la cruz." (1 Cor. 2:2 PDT).
Planteo que no alcanza con que te opongas a los malos gobernantes, ni que tan buenas leyes votes y apruebes, ni que tan bueno y moral seas, que sin el arrepentimiento que viene al conocer las demandas de Cristo, perecerás igualmente. Y es ahí donde me interesa la valentía de los militantes cristianos, es ahí donde veo la fidelidad hacia el evangelio de la salvación por gracia, es ahí donde veo soldados como el apóstol Pablo y su emisario Timoteo, es ahí donde apunta la buena batalla por la fe dada una vez a los santos. Porque "sin fe es imposible agradar a Dios" y el objeto de la fe que Dios nos ha dado, está en el evangelio de su Hijo Jesucristo, y fuera de Él no hay salvación (ver Hechos 4:12).
Cristo no avanzó contra el imperio romano y sus leyes esclavistas, crueles, etc., Él avanzó contra las tinieblas del corazón humano, y expuso lo que había incluso en aquellos que se creían justos por aprobar lo bueno y ser mejores que otros.
Por eso yo insisto en que mires hacia Aquel que es la Luz del mundo... y que viendo entiendas quien es Él y lo que la salvación implica.
Así que, si hoy estas hastiado y cansado, viendo este mundo cargado de injusticia y vanas promesas, y reconoces tu propia pobreza espiritual, te invito a oír el evangelio de Jesucristo, pidiendo a Dios que te revele la verdad de la que Él hablo al decir: "y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres". Amén.
Por eso, como está escrito, la batalla que estamos dando, como discípulos cristianos, no es contra gobiernos o grupos corruptos de este mundo, sino "por la fe dada una vez a los santos" (carta de Judas - Nuevo Testamento). Quienes rechazan el mensaje de esta fe, rechazan la única salvación dada a la humanidad, y por más que amontonen ríos de buenas obras, todas sus obras de justicia vendrán a ser como trapos de inmundicia (Isaías 64:6) delante de las demandas de la Justicia que Dios ha establecido en, y por medio de, Jesucristo (2 Corintios 5:21; Tito 3:4-6).
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley." (Romanos 3:21-28)
Como está escrito: ven a Cristo para ser salvo de esta perversa generación, porque, de la gente de este mundo que te rodea, la Palabra de Dios declara:
"Ya hemos demostrado que tanto los judíos como los gentiles están bajo el pecado. Así está escrito:
«No hay un solo justo, ni siquiera uno;
11 no hay nadie que entienda,
nadie que busque a Dios." (Romanos 3:9-11)
N.M.G.
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