La
superficialidad en cuestiones espirituales, es como una persona que se deja
operar la cabeza por un estudiante de medicina de primer año. Sin embargo, está
lleno de personas con un conocimiento superficial respecto de la Biblia (en el
mejor de los casos), a las que se les presta oídos y confianza. Creer que el
grave problema del pecado, la muerte y la maldad, pueden ser
"operados" con un par de versículos aquí y allí, es dejar en manos de
un indocto el asunto más profundo de tu existencia, tu propia alma.
Amigos, la
muerte es un asunto tremendo, no tanto por lo que perdemos, sino por lo que
está en juego en el justo momento en que esta llega: el estado de tu alma
frente al Creador.
"Este mal
hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que un mismo suceso acontece a
todos, y también que el corazón de los hijos de los hombres está lleno de mal y
de insensatez en su corazón durante su vida; y después de esto se van a los
muertos. Aún hay esperanza para todo
aquel que está entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león
muerto." (Eclesiastés 9:3-4)
“Pero Dios le
dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de
quién será?” (Palabras de Jesús en Lucas 12:20)
"Porque
¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué
recompensa dará el hombre por su alma?" (Palabras de Jesús en Mateo 16:26)
“Mi alma tiene
sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?”
(Salmo del Rey David, 42:2)
“Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho; por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con las iniquidades de ellos. Por lo tanto, le daré un puesto entre los grandes, y repartirá el botín con los fuertes, porque derramó su vida hasta la muerte, y fue contado entre los transgresores. Cargó con el pecado de muchos, e intercedió por los pecadores.” (Libro del Profeta Isaías 53:11-12 escrito Año 700 a.C. - NVI).
"Este Jesús
es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser
cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos
4:11-12 Primer predicación pública del evangelio, siglo I)
“Esta es la
palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el
Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás
salvo.” (Carta del apóstol Pablo a los Romanos 10:8-9)
"Y ahora,
he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, entre quienes he pasado
predicando el reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os protesto en
el día de hoy, que estoy limpio de la sangre de todos; porque no he rehuido
anunciaros todo el consejo de Dios." (Palabras del apóstol Pablo en el libro de Hechos 20:25-27)
Como dije, en
esta vida se determinará el estado de tu alma frente al Creador, por lo que el
mensaje de la buena noticia del evangelio conlleva también una fuerte conminación:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien
nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” (2 Corintios
5:17-21).
Si aún no recibiste el evangelio de la reconciliación con Dios, necesitas urgentemente
entender la profundidad de este mensaje, apurarte a considerar la verdad
respecto de tu alma y del destino eterno al que la muerte nos conduce
indefectiblemente. Así que, ya no dejes estas cosas en manos de indoctos y charlatanes, no te dejes llevar por opiniones, sé prudente, y diligentemente buscá el testimonio de Jesucristo y los apóstoles que Él mismo comisionó para dar testimonio de estas cosas.
Dios te bendiga.
N.M.G.
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