Ir al contenido principal

Un Día de Victoria





“Estas ciudades no atacaron a Jesucristo; ellos no lo echaron desde sus puertas; ellos no buscaban el crucificarlo; ellos simplemente lo ignoraron. La negligencia puede matar tanto como la persecución.” (Barclay)

Hay dos formas de ignorar. La primera es negativa, es simplemente no prestar atención, la segunda, que es positiva, consiste en desestimar voluntariamente el testimonio o la información transmitida, compartida, publicada, disponible, anunciada, etc.

Estas maneras de ignorar no son para nada neutrales. Son pruebas claras de la indiferencia y activo desprecio al mensaje del evangelio de la salvación.

Que alguien se tome el tiempo de escribir estas incomodantes palabras, se debe a que hay, precisamente, una salvación en juego, de modo que el testimonio fue escrito y extendido a todas las naciones, teniendo este núcleo irreductible:

"Dios nuestro Salvador, ... quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo." (1 Timoteo 2:4-6)

Así que, amigos y amigas, los invito a considerar y compartir el siguiente mensaje:

Viene el día, cuando no va a importar cuántas posesiones tuviste, ni cuántos campeonatos ganaste, ni cuánto placer o belleza disfrutaste, ni cuánto dinero ganaste y gastaste, ni cuántos viajes hiciste, ni cuánta aceptación tuviste, ni cuán bien te mantuviste, ni qué tan buena vida te diste...

Viene el día en que serás despojado/a de todo, y la realidad final se abrirá paso en la hora de tu muerte.
En ese día, tus buenas acciones no podrán compensar tus deudas delante de Dios. En ese día, la salvación ofrecida y puesta al alcance por el evangelio de Cristo, te confrontará. Y la respuesta que das hoy a las palabras de Jesucristo y sus discípulos, tu obediencia o desobediencia a Su voz, te alcanzará en lo que será, el día más importante de tu existencia, cuando estés delante de tu Creador, de quién los cristianos damos testimonio:

"Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." (Jesús en Mateo 12:36-37)

"Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos." (Hechos 4:11-12)


"... está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio," (Hebreos 9:27)
"Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.
De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí." (Romanos 14:11-12)

"Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta." (Hebreos 4:13)

Sabiendo que ese día, inexorablemente nos llega, ¿por qué habrías de defraudar a tu propia alma rechazando al único que puede salvarte? Porque, escrito está que:

"... de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios." (Juan 3:16-18)

"Como colaboradores de Dios, les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad de Dios y luego no le den importancia. Pues Dios dice:
«En el momento preciso, te oí.
En el día de salvación te ayudé».

Efectivamente, el «momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación." (2 Corintios 6:1-3)

Hoy es el día para que Jesús nos salve. Mañana será el día para enfrentar el juicio. La fe nos afirma de cara a ese día, mas la incredulidad trae la ruina final. Por eso, procura hoy, con todo tu corazón, aferrarte a las promesas de Cristo. Porque, como Él ha dicho: 

  "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida." (Juan 5:24)
Amén.


N.M.G.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La doctrina más radical de Cristo

  Radical 1. De la raíz o relacionado con ella. 2.Que afecta a la parte fundamental de una cosa de una manera total o completa.   El Señor Jesús enseñó muchas cosas, entre ellas, el reino de Dios y las parábolas del reino y el juicio, fueron su tema central. Pero de todas ellas, hay una enseñanza que el mismo Señor señaló como fundamento indispensable, sin lo cual una persona no puede ver, ni entrar, en el reino de Cristo. Así, leemos en el capitulo 3 del evangelio de Juan, acerca de uno de los principales entre los judíos de los días de Jesús, que lo buscó de noche para hablar. El relato dice: “Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en e

Una pregunta de Dios ¡respondida después de miles de años!

"¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve, O has visto los tesoros del granizo...?" En el capitulo 38 del libro de Job, se halla el versículo citado en el cual Dios mismo le hace dicha pregunta a Job. Además de lo maravilloso y asombroso de las imágenes que vemos en las fotos que desnudan ante nuestros ojos los secretos que guarda la nieve, resulta humanamente inexplicable que ellas fueran recién descubiertas miles de años después de que fuera escrito aquel libro del Antiguo Testamento. Es decir, o bien estamos ante las palabras de Dios mismo registradas por el hombre, o estamos ante un pasaje que nunca hubiese tenido sentido para nosotros (humanamente conocido) a no ser gracias a este descubrimiento que estamos considerando, un descubrimiento que, ciertamente, ha sacado a la luz esos tesoros de la nieve que ni Job ni ningún hombre de la antigüedad pudieron ver.  Concretamente fue "Wilson Alwyn "Snowflake" Bentley (9 de febrero, de 1865 –

Gozo Inefable, Ferviente y Glorioso

"Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,   para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,   que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.   En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,   para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,   a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;   obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas." (1 Pedro 1:3-9)