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¿Placebo o Realidad? ¿Qué has recibido tú?



“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
¿Crees esto?” Juan 11:25-26

“... el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis. En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” (Juan 14:17-21)



                 Una sutil y muy efectiva manera de engañar a una persona, no es mentirle directamente. Primero se usa algo real, una cosa verdadera, como una pastilla. Claro que si la pastilla en cuestión no cura la "enfermedad", lo que se recibe no es una mentira directa, sino un placebo* con el propio consentimiento. De la misma manera, muchas de las cosas religiosas y espirituales que se enseñan y transmiten desde los lugares de preeminencia, no son más que "pastillas" sin poder alguno para transformar el corazón del hombre.


* placebo.

1. m. Med. Sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción.


Hablar de moral, buenas intenciones, sanas costumbres y sabiduría práctica, no salvará a persona alguna del justo juicio de Dios.
Por lo tanto, Satanás alentará toda apariencia de cristianismo que no te salve, si bien puede con facilidad hacerte sentir "más bueno/a" o "espiritual". Porque si la Escritura dice que "el fin de vuestra fe, ... es la salvación de vuestras almas" (1 Pedro 1:9), ¿de qué valdrá una fe que no salva? 

Pero entonces necesitamos preguntarnos ¿en qué radica la salvación que Cristo ofrece por medio de la fe en Él (ver Efesios capitulo 2)? Antes aclaro que ni las frases bonitas, ni las figuras religiosas, ni las iglesias, pueden ocupar el lugar que sólo Jesucristo debe ocupar en tu vida. Así que te invito a hacerte la siguiente pregunta:

¿Cuál es tu relación con Él? 

No te estoy preguntando a qué iglesia vas, ni de qué religión sos, ni qué tan "practicante" sos. Te estoy diciendo que porque Cristo resucitó y vive, hay una sola manera de ser verdaderamente cristiano, porque: "...  si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. ... Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
... Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios." (Romanos cap. 8)

La salvación que se nos concede por medio de la fe en Jesucristo consiste entonces en ser hechos hijos de Dios. Es por eso que le oímos decir:

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es....
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios." (Juan cap. 3)

Debemos cuidarnos de las falsas enseñanzas con apariencia de piedad y reputación espiritual, y toda sabiduría terrenal, que implícitamente vienen a suplantar la presencia del Espíritu de verdad, el cual nos es concedido por el amor de Dios revelado en Cristo cuando su Palabra alumbra los ojos de nuestro entendimiento dando lugar a esa íntima convicción de la que también he hablado en este blog y que tiene su correlato en el testimonio que el Espíritu da a nuestro espíritu de que "ahora somos hijos de Dios" (1 Juan 3:2). 

¿Qué implicaciones trae el genuino creer en Él? Será el objeto de nuestro próximo comentario.  

Dios te bendiga.

N.M.G.

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