En el mundo hay dos clases de personas, las que se humillan ante Dios el Creador y las que retienen su orgullo hasta la muerte, o en otras palabras, como C.S.Lewis escribió: “Milton tenía razón –dijo mi maestro-. La elección de las almas perdidas se puede expresar con estas palabras: “Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”. Hay algo que insisten en mantener incluso al precio del sufrimiento. Hay algo que prefieren a la alegría, es decir, a la realidad. (…)
“… En última instancia no hay más que dos clases de personas, las que le dicen a Dios “hágase Tu voluntad” y aquellas a las que Dios dice, a la postre, “hágase tu voluntad”. Todos estos están en el infierno, lo eligen. Sin esta elección individual no podría haber infierno. Ningún alma que desee en serio y lealmente la alegría se verá privada de encontrarla. Los que buscan encuentran. A los que llamen a la puerta, se les abrirá.” (en “El Gran Divorcio” de C.S.Lewis pp.88 y 91)
En otras palabras, están los que se acercan y lo buscan, recibiendo su perdón y su sana enseñanza, y los que se alejan y evitan oír Su voz para abrazar sus propios consejos.
Como está escrito:
"Por cuanto aborrecieron la sabiduría,
Y no escogieron el temor de Jehová,
Y no escogieron el temor de Jehová,
Ni quisieron mi consejo,
Y menospreciaron toda reprensión mía,
Y menospreciaron toda reprensión mía,
Comerán del fruto de su camino,
Y serán hastiados de sus propios consejos.
Y serán hastiados de sus propios consejos.
Porque el desvío de los ignorantes los matará,
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
Y la prosperidad de los necios los echará a perder;
Mas el que me oyere, habitará confiadamente
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal." (Pov. 1:29-33)
Y vivirá tranquilo, sin temor del mal." (Pov. 1:29-33)
Así que, a los que oyen sus palabras, Su Sabiduría nos enseña:
"Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir el botín con los soberbios." (Prov. 16:19)
"Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios." (Miqueas 6:8)
Amén.
N.M.G.
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