Un
Engaño Común
“…Tristemente,
hay muchos que oirán la verdad del evangelio y todavía rehusarán creer porque
han sido exitosamente convencidos por la desinformación del ateísmo, la falsa
religión o la arrogancia moral. La Biblia deja en claro que todas estas
representan una supresión intencionada de la verdad (Romanos 1:18). El rechazo
del evangelio es la manifestación exterior de la corrupción interior de una
comprensión inducida por Satanás. No importa con cuanta claridad se presente el
evangelio o lo apasionado que sea el predicador, el que lo oye no es capaz de
conocer la verdad. Por eso Pablo dijo: “Porque lo que de Dios se conoce les es
manifiesto, pues Dios se lo manifestó” (Romanos 1:19). En otras palabras, todas
las personas saben la verdad acerca de Dios y los incrédulos simplemente eligen
rechazarla.
Hacen
esto porque han sido engañados por el mundo, por ellos mismos y por Satanás (1
Juan 2:16). Así que voluntariamente “detienen con injusticia la verdad” (Romanos
1:18). Pablo aclara que no es una falta de prueba o razón la que mantiene a
alguien alejado del evangelio. Más bien, “las cosas invisibles de él (Dios), su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del
mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen
excusa” (Romanos 1:20).
Uno de
los grandes misterios de la existencia humana no es la existencia de Dios, sino
la existencia de los que le rechazan." (Jonathan Rourke en La Evangelización p.37)
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