“Si el cristianismo es
falso, no es importante. Si es cierto, es infinitamente importante. Lo único
que no puede ser es medianamente importante” — C.S. Lewis.
“Cuídate de añorar lo que
alguna vez fuiste, cuando Dios quiere que seas algo que nunca has sido” —
Oswald Chambers.
UN MENSAJE DE RECONCILIACIÓN, FE, ESPERANZA Y AMOR.
"... renunciamos a lo
oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios,
sino POR LA MANIFESTACIÓN DE LA VERDAD recomendándonos A TODA CONCIENCIA HUMANA
delante de Dios." (2 Corintios 4:2)
La enseñanza bíblica es
libre, sin imposiciones, todos y todas son invitados a oírla, nadie está obligado
a seguirla. Por eso, desde el principio, Jesús declara: "el que tiene
oídos para oír, oiga...".
“Luego Jesús empezó a
decirles a los judíos que habían creído en él: —Si ustedes siguen obedeciendo
mi enseñanza, serán verdaderamente mis seguidores. Conocerán la verdad, y la
verdad los hará libres. (Juan 8:31-32)
Y la Biblia afirma a través
del apóstol del Señor, que: "... Dios nuestro Salvador,... quiere que
todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad. Existe un solo Dios. Y existe
uno solo que logró la paz entre Dios y los seres humanos: el hombre Jesucristo,
quien dio su propia vida para pagar por la libertad de todos. Jesús llegó en el
momento oportuno y dio testimonio del deseo de Dios de salvar a todos." (1
Timoteo 2:4-6 PDT)
"Jesús se hizo hombre
para liberar a los hombres, quienes habían estado esclavizados toda la vida por
temor a la muerte. Sabemos que Jesús vino a rescatar a los descendientes de
Abraham, no a los ángeles. Por lo tanto, era necesario que Jesús fuera igual a
sus hermanos en todo sentido. Se hizo como nosotros para poder ser sumo
sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios. De esta manera Jesús pudo
ofrecer un sacrificio que quita los pecados de la gente." (Hebreos
2:16-17)
El regalo del amor de Dios
es el gran mensaje del evangelio de la gracia... no lo dejes pasar. Continúa
leyendo:
¿CÓMO SER DECLARADO JUSTO
SIN MERECERLO?
"... sabemos que una
persona es declarada justa ante Dios por la fe en Jesucristo y no por la
obediencia a la ley. Y nosotros hemos creído en Cristo Jesús para poder ser
declarados justos ante Dios por causa de nuestra fe en Cristo y no porque hayamos
obedecido la ley. Pues nadie jamás será
declarado justo ante Dios mediante la obediencia a la ley (dada por Moisés)»
Pues, cuando intenté
obedecer la ley, la ley misma me condenó. Así que morí a la ley —es decir, dejé
de intentar cumplir todas sus exigencias— a fin de vivir para Dios. Mi antiguo
yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí.
Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó
y se entregó a sí mismo por mí. Yo no tomo LA GRACIA de Dios como algo sin
sentido. Pues, si cumplir la ley pudiera hacernos justos ante Dios, entonces no
habría sido necesario que Cristo muriera." (Testimonio del apóstol Pablo
en Gálatas cap 2)
“Justificados, pues, por la
fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien
también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y
nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que
también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
el Espíritu Santo que nos fue dado. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a
su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo;
con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su
amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de
la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte
de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no
sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro
Jesucristo, por quien hemos recibido
ahora la reconciliación.” (Romanos 5:1-11)
El Señor dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.” (Juan 5:24)
Es el regalo de Dios para todo aquel que cree.
Dios te bendiga.
N.M.G.
Comentarios
Publicar un comentario