Hay ciertas cosas que no se pueden hacer a un lado, por ejemplo, si en un matrimonio existe un problema de infidelidad, no seguiríamos adelante hasta que ese problema sea resuelto y se llegue a una decisión al respecto. Si usted tuviera un problema de salud que lo llevaría a la muerte, no permitiría que su médico tratara otros asuntos hasta que no se ocupe de ese punto vital.
Hay muchos ejemplos más que me llaman a reflexionar en la manera en que el papado romano trata temas que la agenda política comparte, como la pobreza, el medio ambiente, el repudio a las injusticias, etc., siempre dejando afuera la cuestión que hace al verdadero cristianismo: ¿cuál es tu respuesta ante las claras declaraciones de Cristo?
Esto tal vez le sirva a quienes no han perdido la sensibilidad ante las exigencias de la Luz que alumbra la razón, y puedan tomar conciencia de la diferencia entre el mensaje de Jesucristo y los mil y un rostros del seudocristianismo que ronda por el mundo.
Por eso es que el Papa, por ejemplo, jamás llamará o confrontará al mundo a oír las puras y claras palabras de Jesucristo y sus demandas, en un solemne llamado a la reconciliación con Dios, no por medio de una iglesia, sino por medio de la fe en lo que Dios ha dicho, porque así está escrito en el libro de Dios.
Por lo tanto, lo que Jesús dijo, fue escrito, para que sepas cuál es el punto que no se puede hacer a un lado cuando somos confrontados con el mensaje de Jesucristo:
"Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios... El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio, éste atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida.
El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." (Evangelio de Juan capitulo 3 v.12-18; 31-36)
Si no te detienes ante las sanas palabras del Señor Jesucristo, puedes dedicar tu vida a la religión y las causas justas, pero nunca tendrás a Cristo ni todo lo que Él es para aquel que verdaderamente cree su testimonio.
N.M.G.
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