Las multitudes desean
bendiciones, pero los que buscan la salvación de su alma...
¿dónde están?
"Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?"
"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan. Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces."
(Palabras del Señor Jesús en Mateo 16:26 y 7:13-14)
Texto escogido: Un servicio de apasionada
devoción de Oswald Chambers
"¿Me amas?... Pastorea mis
ovejas" Juan 21:16
Jesús no dijo: "Procura que
la gente se convierta según tu modo de pensar", sino "pastorea mis
ovejas", es decir, "vela porque sean alimentadas en el conocimiento
de mí". Nosotros calificamos como servicio lo que hacemos en la obra
cristiana. Sin embargo, Jesucristo llama
servicio lo que somos para Él y no lo que hacemos por Él. El discipulado se
basa únicamente en la consagración a Jesucristo, no en la adhesión a una
creencia o doctrina. "Si alguno
viene a mí y no aborrece... no puede ser mi discípulo", Lucas 14:26.
En este versículo no hay ninguna discusión ni presión de parte de Jesús para
seguirlo. Sencillamente dice: "Si quieres ser mí discípulo, debes
consagrarte únicamente a mí". Una persona tocada por el Espíritu de Dios
de repente dice: "¡Ahora veo quién es Jesús!" Ese es el origen de la
devoción.
Hoy día hemos sustituido la
creencia doctrinal por la personal y esta es la razón por la que tantos están
consagrados a diferentes causas y muy pocos a Jesucristo. La gente no quiere
consagrarse a Jesús, sino tan sólo a la causa que Él fundó. Jesucristo resulta
ser profundamente ofensivo para las mentes educadas de hoy en día, para quienes
solamente desean que Él sea su amigo y no están dispuestos a aceptarlo de otra
forma. Por encima de todo, nuestro Señor obedeció la voluntad de su Padre y no
la tarea de suplir las necesidades de la gente. La salvación de las personas
fue el resultado natural de su obediencia al Padre. Si sólo estoy consagrado a
la causa de la humanidad, pronto me cansaré y llegaré al punto donde mi amor
vacilará y tropezará. Pero si amo a Jesucristo de una forma personal y
apasionada, serviré a la humanidad aunque los hombres me traten como una
alfombra en donde se limpian los zapatos. El secreto en la vida de un discípulo
es su devoción a Jesucristo; y la característica de esa vida es la humildad. Es
semejante a un grano de trigo que cae en la tierra y muere, pero luego nacerá y
cambiará todo el paisaje (Compárese con Juan 12:24).
Espero que estas palabras den aliento y dirección a tu alma, si es que estás buscando al Señor y Salvador.
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Juan 3:16)
Dios te bendiga.
N.M.G.
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