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Una fe difícil de hallar



 "Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos." (Judas 1:3)

A. W. Tozer, planteó que la cuestión, no es si la Biblia es verdad, sino si ella es verdad en uno. Eso nos lleva a recordar que todos tienen una opinión acerca de la Biblia, pero muy pocos conocen realmente bien el gran Libro, y muchos menos llegan a tener la fe viva que nace, se nutre y crece hasta su maduréz, al beber de él (ver 1 Pedro 3:1-3). 

Una vez hablé con una persona que por llevar una Biblia a la escuela en la que daba clases, se sentía "especial", pero cuando le pregunté sobre uno de los puntos más sobresalientes del Libro, sintió que estaba hablando con un "loco". También he conocido personas que conocen muy bien muchas cuestiones religiosas y bíblicas, sin embargo, su vida se desentiende de las proclamaciones gloriosas del bendito evangelio de Cristo. Otros han oído, han sido enseñados, y aun así, aun habiendo recibido el bien, han escogido la infidelidad, la insensatez y el rechazo "al santo mandamiento" que nos es dado. 

Al principio, quienes no han caminado suficiente tiempo en la fe cristiana, creen que todo el que dice "Jesús, Jesús", es una persona "de Dios". Pero la experiencia comprueba lo que una y otra vez se nos advierte en las Sagradas Escrituras, los falsos creyentes, los falsos maestros, falsos profetas, falsos hermanos, están por doquier, haciendo el trabajo del padre de mentira ("engañando y siendo engañados" 2 Tim 3:13), predicando un falso "cristo", un falso evangelio, un amor por la religión o el "líder", en vez de Cristo, una falsa libertad, en definitiva, una fe adulterada, y por lo tanto, falsa. 

Por esta razón, la pregunta que hizo Jesús, cuando dijo: "... pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?", no se refiere a la fe que todo el mundo tiene, sino a la fe que ama la verdad de Cristo, la verdad de la que Él dijo: "y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres" (Juan 8:32). Si no conocemos esa verdad, seremos esclavos de la ignorancia, y de todos aquellos que la propagan, enseñando falsedades y doctrinas errantes que apartan de la verdad el oído y conducen al gentío a las fábulas profanas y filosofías vanas. 

El justo es guía de su prójimo, leemos en Proverbios 12:26, pero los falsos cristianos son la perdición de los ingenuos. 

Así que, amigo, amiga, no te conformes con haber leído la Biblia, la verdad que está en el Cristo del que ella dan testimonio, es mucho más rica, profunda, alta, e inagotable que unas cuantas lecturas. Por eso, quienes verdaderamente hemos conocido al Dios que la inspiró, no podemos dejar de proclamar sus eternas y preciosas verdades y exhortar a cada persona que realmente cree, a esforzarse en la gracia que hallamos en Cristo Jesús, por eso está escrito: 

  "Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo. Acuérdate de Jesucristo, del linaje de David, resucitado de los muertos conforme a mi evangelio, en el cual sufro penalidades, hasta prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no está presa. Por tanto, todo lo soporto por amor de los escogidos, para que ellos también obtengan la salvación que es en Cristo Jesús con gloria eterna. Palabra fiel es esta:

Si somos muertos con él, también viviremos con él;

12 

Si sufrimos, también reinaremos con él;

Si le negáremos, él también nos negará.

13 

Si fuéremos infieles, él permanece fiel;

Él no puede negarse a sí mismo.

Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos. Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo." (2 Timoteo 2:1-19, negritas añadidas)

Gloriosa es la fe no adulterada que viene por el oír la palabra de Dios. No dejes nadie pervierta tu fe, sea quien sea, mucho más cuando pretende hablar "de parte de Dios". 

"... No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien les anda predicando un evangelio distinto del que recibieron, ¡que caiga bajo maldición! ¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo." (Gálatas 1:7-10)


Dios te bendiga.

N.M.G.

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