Cuando un rey justo concede condiciones de paz a personas de otro reino en el que, a diferencia del suyo, las personas son injustas, significa que existe enemistad entre el reino de justicia y el reino de iniquidad. Cuando tales condiciones de paz son bien recibidas, el resultado es paz para reconciliación entre el rey justo y los nuevos ciudadanos.
Pero cuando se desprecia y rechaza la propuesta de paz, entonces se cumple lo escrito:
"Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados." -Salmos 34:21-
Asimismo la Biblia declara que el Evangelio "es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos 1:16), y que los que creen están "Justificados, pues, por la fe, -y- tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 5:1)
Porque "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él." (2 Corintios 5:19-21)
Por eso, es necesario que los que se preguntan de que salvación estamos hablando, entiendan que el mensaje completo anuncia el regreso de Cristo y el juicio que Él llevará a cabo sobre todo ser humano. Por eso, cuando vino a dar su vida por los pecados del mundo se nos dice que "Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado." (Mateo 4:17)
El mensaje de Cristo nos invita a arrepentirnos y buscar la paz con Dios, que sólo está en su Hijo, por cuanto está escrito: "Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." -Juan 14:6- "El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él." Juan 3:35-36.
"Adoren al Señor en todo su santo esplendor;
que toda la tierra tiemble delante de él.
Digan a todas las naciones: «¡El Señor reina!».
El mundo permanece firme y no puede ser sacudido.
Él juzgará a todos los pueblos con imparcialidad.
¡Que los cielos se alegren, y la tierra se goce!
¡Que el mar y todo lo que contiene exclamen sus alabanzas!
¡Que los campos y sus cultivos estallen de alegría!
Que los árboles del bosque canten de alegría
delante del Señor, ¡porque él viene!
Viene a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia
y a las naciones con su verdad."
Salmos 96:9-13 - NTV
Hoy es tiempo de creer, para que mañana no sea tiempo de enfrentar la justicia del gran Rey.
N.M.G.
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